¡China nos ataca!

Aunque suene muy exagerado y alarmista, esto es verdad. En este caso la peor arma que pueden usar son miles y miles de productos que entran a nuestro país todos los días, la mayoría de ellos ilegalmente. A lo mejor este ya es un tema agotado pero de verdad, no hay artículo que China no produzca y si lo dudan, se los voy a demostrar, ¿Alguna vez se han puesto a contar cuántos artículos utilizamos a lo largo de un día de nuestra vida? Hace varios días me puse a hacer un estimado. Desde las 6:00 am hasta las 12:00 am me propuse contar cuántos objetos utilicé y de verdad que el resultado fue un poco desalentador, obviamente para los mexicanos, para los chinos no dudo mucho que lo sea.

Bueno empezaré con mi conteo. Son las 5:03 am, suena mi despertador ¿adivinen de dónde viene? Claro de China, bueno sigamos con la rutina normal. Continuo con mi conteo. La rasuradora eléctrica se salvó, no es china, pero si el peine y el cepillo. Son las 5:27 am y llevo tres objetos chinos utilizados; ahora el desayuno, son las 5:40 am y se me antoja un café: ¡oh sorpresa!, la cafetera es china, los cubiertos también y mejor ni veo los platos. Ya son las 6:00 am y sigue la cuenta, es ya la hora de salir de mi casa, para colmo está lloviendo, el primer paraguas que encuentro: made in China, tomo mis llaves y China está presente otra vez en mi llavero. Lo más curioso es que es un souvenir de París. De camino a la escuela se me ocurre escuchar música, otro error si lo que pretendía era evitar los artículos chinos pues el estuche del disco compacto era… bueno, ya lo saben… chino. Son casi las 7:40 y por fin, después del acostumbrado tráfico de nuestra ciudad, llego a la escuela, comienzo a tener miedo de encontrar otro artículo de procedencia oriental pero sigo con mi cuenta y hasta mi carpeta y mi pluma resultaron de China. Llevo casi dos horas de haber despertado y ya perdí la cuenta de los objetos que busco.

Pasan ya de las 10:00 am y por curiosidad voy a un centro comercial o como dirían las payasas al “mall” donde encuentro una juguetería. Sabía que había juguetes provenientes de Asia, pero nunca imaginé la gran cantidad que pude encontrar en la juguetería, ver tantos juguetes chinos es desesperante, de modo que decido ir a caminar por el “mall” donde llego a la primer zapatería que se me atraviesa y otra vez China me saluda, aún así sigo viendo los zapatos. Es la 1:49 pm y esta vez lo intento con la ropa, ahora con más diversidad, desde Italia, España, Francia, México y otros más, pero otra vez nos volvemos a encontrar con esta nación de casi 1330 millones de personas llamada China.

Son más de las 3:35 pm y es hora de comer, par contrarrestar todo este uso de productos traídos a nosotros amablemente desde Oriente, decido comer algo de nuestra típica comida mexicana, donde afortunadamente no encontré nada chino.

A las 4:21 pm termino con la cuenta en el centro comercial, por el momento no he encontrado nada de estos objetos. 5:13 pm , faltan aproximadamente 7 horas para acabar este pequeño experimento, por así decirlo; suena mi teléfono celular y mientras termino la llamada juego un poco con la funda de este, hola otra vez China. 9;38 pm claro está que con la temporada de lluvias llega también la falta de corriente eléctrica nuestros clásicos apagones, y este día no podía faltar uno, la primera lámpara que me encontré, esta vez no era china, sin embargo no andaba muy lejos, era hecha en Malasia.

Son casi las 11:00 pm y la corriente eléctrica regresa, estoy a 1 hora de terminar con este conteo y espero en los próximos 60 minutos no encontrar un artículo oriental, creo que por el día de hoy fue suficiente, pero para cerrar con broche de oro me encuentro con un espejo. El resultado aproximado fue de 22 artículos chinos en un lapso de 19 horas, quizás para algunos esta cifra no signifique mucho pero en realidad lo es, porque si este resultado lo multiplicamos por la cantidad de mexicanos que usan estos productos, entonces el resultado es muy alto.

Obviamente esta historia fue un cuento mío, pero por lo menos ustedes tienen un artículo de los mencionados. El problema no es que existan estos artículos, sino que es la cantidad en que los consumimos, ya sea porque muchas veces no nos damos cuenta de lo que estamos comprando, o simplemente por el precio, a veces “lo barato sale caro”, generalmente estas mercancías son más baratas, y todo esto trae como consecuencia pérdidas para el marcado mexicano.

Made in China